Una añada de ciclo temprano
La añada 2019 comenzó con un invierno poco frío y seco . Gracias a las abundantes lluvias del 2018, la viña conservó una reserva hídrica que propició un desarrollo perfecto y homogéneo durante todo el ciclo de la vid. La brotación se anticipó, en cierta medida, debido a ese invierno templado y a las bajas precipitaciones. Asimismo, la floración llegó de forma simultánea a las distintas parcelas de Fuentenebro . Las escasas lluvias favorecieron un perfecto estado sanitario del viñedo . El verano, seco y caluroso, supuso una prueba para las vides , que soportaron las condiciones gracias a la reserva de agua remanente. La vendimia, temprana, se desarrolló con normalidad; comenzó el 18 de septiembre y finalizó el 4 de octubre.