Fuentenebro, diversidad y riqueza varietal
Milsetentayseis busca conservar el material genético de este viñedo ancestral
Históricamente, Fuentenebro ha sido un lugar de frontera y de tránsito de la viticultura española y es por este motivo por el que en sus viñas encontramos la herencia de una infinidad de variedades. Este municipio de la zona sur de Burgos fue, además, uno de los pueblos con más viñedo de la provincia entre 1875 y 1885, según el archivo histórico del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación.
Tras comprobar la diversidad varietal en el viñedo viejo, desde Milsetentayseis, decidimos realizar un proyecto integral de identificación y recuperación del material vegetal tradicional de nuestras parcelas de viñedo viejo.
A través del proyecto de innovación, LowpHWine (Estudio de nuevos factores relacionados con el suelo, la planta y la microbiota enológica que influyen en el equilibrio de la acidez de los vinos y en su garantía de calidad y estabilidad en climas cálidos) hemos desarrollado un estudio de material genético del viñedo viejo de Fuentenebro para bajar los pH en los vinos. Esta investigación tiene como finalidad poder incluir variedades tradicionales en las elaboraciones de nuestros vinos y mejorar su acidez.
La recolección del material vegetal se llevó a cabo en las parcelas de Carrascalón, Los Hornos, Lituero , La Peña y Hoyo Moro, donde aparentemente había más variabilidad. Durante la identificación, en colaboración con la Universidad de Navarra, se prestó especial atención a la morfología de las hojas y el porte de la planta. Finalmente, se seleccionaron 136 muestras diferentes para luego caracterizar genéticamente.
Una vez testeadas para la virosis, se procedió a identificar genéticamente mediante métodos moleculares (PCR). Por el momento, más allá del tempranillo y la albillo, variedades dominantes en Ribera del Duero, se han identificado variedades como bobal, graciano, garnacha, monastrell, viura, mazuelo o xarel-lo pero, también, otras variedades no tan corrientes como muscat a petit grains blanc, beba, alarije, cayetana blanca, jarrosuelto, pardillo, heben o salvador. Así, se han contabilizado hasta un total de 28 variedades solo en una primera selección y en apenas unas 6 parcelas.
Banco de biotipos de riqueza varietal tradicional
Para seguir con nuestro propósito de recuperar una zona vitivinícola genuina y poner en valor el patrimonio natural decidimos implantar un banco de biotipos de esta riqueza varietal tradicional y así poder conservar este material genético. Tras analizar a través de un estudio edafológico nuestra parcela Las Entergas, verificamos su idoneidad para asegurar la viabilidad de las cepas, su desarrollo homogéneo y su longevidad.
Finalmente, se seleccionado las variedades con más interés enológico en relación con el objetivo principal del proyecto, aumentar la acidez de los vinos en Ribera del Duero y bajar los niveles de pH que producen el cambio climático. Concretamente, en nuestro banco de biotipos tenemos 1655 plantas de las variedades: alarije, albillo mayor, beba, bobal, cayetana blanca, garnacha tinta, graciano, jarrosuelo, monastrell, moristel, pardilla, salvador, tempranillo, mazuelo y viura.



Banco de biotipos policlonal de plantas de Tinto Fino
Siendo la comarca una zona de tanta tradición vitícola, además de identificar y plantar otras variedades, dentro del proyecto de innovación LowpHWine, quisimos conocer también la diversidad intravarietal de tinto y fino y decidimos iniciar otro estudio para reconocer y plantar los clones del viñedo viejo de Fuentenebro.
Para comenzar esta investigación, se hizo un muestreo visual durante el periodo vegetativo de todas las parcelas con viñedos de más de 50 años con el objetivo de hacer un primer reconocimiento basado en la morfología, la hoja y el racimo de la planta. Posteriormente, durante el invierno, recogimos la madera de los individuos seleccionados para iniciar su estudio. En dicho reconocimiento solo se marcaron las plantas de tempranillo que, a priori, parecían más interesantes.
El estudio se realizó en el Universidad de Navarra por parte del equipo de Gonzaga Santesteban y consistió en el análisis de ADN para caracterizar el material recogido. De este primer proceso se recogieron muestras de 178 plantas, las cuales, fueron analizadas mediante test Elisa y PCR para descartar aquellos individuos con virosis y llevar al campo plantas sanas.
Al proceso de multiplicación llegaron muestras de 67 plantas distintas, de los que 36 biotipos han sido multiplicados en los viveros de Vitis Navarra para obtener finalmente un total de 672 plantas de tinto fino.
Después de varios años vinificando uvas procedentes de estos viñedos hemos observado una tipicidad y características muy favorables de los mostos por lo que pretendemos tener un lugar donde observar diferentes parámetros vitícolas y enológicos para poder elegir los individuos más interesantes y estudiar la viabilidad de utilizar material vegetal de estos clones para la plantación de futuras parcelas, consiguiendo de esta forma nuevos viñedos con mayor heterogeneidad.
La parcela en la que se ha realizado esta plantación, Matarratones, está situada en el término municipal de Fuentenebro.
Banco de portainjertos
De manera adicional, hemos llevado a cabo, en nuestra parcela de Carrascalón, una plantación del clon de tinto fino del proyecto de Alma Carraovejas en Peñafiel, Pago de Carraovejas. Injertado sobre seis patrones o portainjertos distintas: tres portainjertos habituales 110R, 140Ru, 41B y tres portainjertos nuevos recientemente registrados por Vitis Navarra, RG8, RG9 y RG10.
Estas acciones nos ayudarán en un futuro cercano a diseñar nuestras plantaciones con material genético local, conservando y valorizando la riqueza y diversidad varietal tradicional de la zona. Y es que el material vegetal existente en nuestros viñedos viejos de Fuentenebro es otro de los puntos clave que los convierten en únicos y supone un factor diferencial con respecto a los plantados a partir de 1980.
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